Sarpullidos en la piel de los peques en verano

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El verano, una de las estaciones más esperadas por aquellos que ansían esas merecidas vacaciones. Sol, piscina, campo, playa, despreocupaciones…

Pero además de todo esto, el verano trae consigo algunas molestias para los peques de la casa (y mayores también…).

Hablamos de esos sarpullidos causados por diferentes ambientes, de distintos rangos y con síntomas muy parecidos capaces de entorpecer unas excelentes vacaciones.

Vamos a ver cuáles son los más comunes y cómo puedes ponerles solución.

Sarpullido por calor

Este sarpullido es conocido como sudamina y se detecta sobre todo en bebés e infantes. Se produce cuando los poros de las glándulas sudoríparas se tapan y por lo tanto, es imposible realizar la transpiración.

Aunque puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, las zonas más características son aquellas donde hay pliegues, como cuello, muslos, axilas o codos. Podrás reconocer este sarpullido por tener forma de parche y tener pequeños bultitos o ampollas de color rosa o rojo.

¿Qué hacer en este caso?

  • Mantén a tu peque a una temperatura lo más fresca posible.
  • Utiliza ropa que mantenga su piel fresca y seca.
  • Evita que se sobrecalienten las zonas afectadas por el sarpullido.
  • Presta atención especial al área de la boquita, barbilla y cuello, ya que las babitas de tu peque pueden potenciar la irritación, así como con toda la zona que ocupa el pañal. Lava estas zonas con agua fresquita y sécalas siempre con pequeños toques ¡no frotes!
  • Siempre que sea posible, deja la piel de tu peque al desnudo.
  • No le apliques cremas si no te las ha recomendado tu pediatra.

Sarpullidos por hiedra venenosa y otras plantas

La mayoría de veces, no sabemos si somos alérgicos a algún elemento hasta que nos topamos con sus consecuencias, como es el caso de los sarpullidos provocados por plantas.

Algunas de las plantas que provocan sarpullido acompañado de una fuerte sensación de calor y picor extremo al rozar la piel, llegando en los casos más reactivos a provocar ampollas e hinchazón, son la hiedra venenosa (su hábitat natural es Norteamérica), roble venenoso (costa oriental y occidental de América del norte) o zumaque (se encuentra sobre todo en Estados Unidos y Canadá), debido a que contienen una sustancia llamada urushiol, una especie de aceite pegajoso.

Además de estas plantas, nos encontramos con aquellas que contienen sustancias que con el roce, provocan hipersensibilidad a la luz solar en la piel y originan sarpullidos por fiofotodermatitis, como son el perejil gigante, la chirivía silvestre o algunos cítricos.

¿Qué hacer en este caso?

Lo primero es detectar la presencia de este tipo de plantas en aquellos lugares a los que vayáis, a lo que probablemente pensarás: “mira la listilla, reconoce todas plantas con mirarlas”. La verdad es que no, y para ahorrarte trabajo y que no tengas que estar buscando por internet cómo son estas plantas, he hecho ese trabajo por ti. Así que, aquí te dejo unos enlaces para que puedas ver cómo son estas plantas.

Hiedra Venenosa — https://es.wikipedia.org/wiki/Toxicodendron_radicans

Roble Venenoso — https://es.wikipedia.org/wiki/Toxicodendron_diversilobum

Zumaque venenoso — https://es.wikipedia.org/wiki/Toxicodendron_vernix

Si tu hijo o hija ha entrado  en contacto con alguna de estas plantas y le han aparecido sarpullidos, lava toda la ropa incluyendo el calzado, con agua y jabón. Lava bien la zona de la piel donde se ha producido el contacto con agua y jabón durante unos 10 minutos y muy importante (aunque no lo parezca) lávale y córtale todo lo posible las uñas, pues si se rasca y le queda algún resto entre las uñas, el sarpullido podrá expandirse aún más.

Antes de aplicar cualquier crema, consulta a tu pediatra.

Eccemas

El eccema es también conocido como dermatitis atópica o DA, y si bien es cierto que esta afección en la piel es propensa en los meses fríos, hay que tener cuidado con el aire acondicionado o el cloro de las piscinas, pues ambos pueden poner en auge el eccema.

En la mayoría de los casos se presenta con hinchazón en la piel y en forma de sarpullido que suele afectar a cara, interior de los codos, parte trasera de las rodillas, manos y pies.

¿Qué hacer en este caso?

Tras el baño en la piscina, seca la piel de tu peque sin frotar y aplica un humectante sobre la piel todavía húmeda. Con esto conseguirás retener la humedad para evitar pérdida de agua.

Viste a tu peque con ropa que permita respirar a la piel, como puede ser la de algodón y no utilices detergentes abrasivos para lavarla.

Intenta controlar todo lo posible a tu peque para que no se rasque (sé de primera mano que es algo muy muy complicado).

No mediques ni pongas cremas con corticoides si no te lo ha indicado ningún especialista de medicina.

Sarpullidos por picaduras de insectos

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Cuando el calorcito empieza a notarse, también se dejan más a menudo insectos como avispas, abejas, mosquitos, hormigas rojas o garrapatas y muchas veces traen consigo esas picaduras que provocan mucho picor, algo de inflamación e hinchazón de la piel.

Hay casos en los que a los peques, estas picaduras le producen una reacción alérgica más grave y en la zona afectada aparece un sarpullido o urticaria. En los casos extremadamente graves, existen síntomas con alto riesgo mortal, como el de hinchazón de las vías respiratorias.

Si tu peque tiene alergia a algunas picaduras de insectos, es conveniente que dispongas de un Plan de atención de emergencia para tratar la anafilaxia implementado.

Algunos insectos también propagan enfermedades como la enfermedad de Lyme, fiebre maculosa de las Montañas Rocosas o el virus del Zika, que pueden provocar sarpullidos además de otros problemas.

¿Qué hacer en este caso?

Cuando salgáis al parque, campo o de paseo, evita ponerle a tu hijo o hija ropa de colores llamativos y no utilices colonia con demasiado perfume, pues ambas cosas atraen a los insectos. Además, es importante que no paréis sobre charcos de agua estancada o flores, y si coméis en el campo, no dejad la comida sin tapar, pues todos estos factores son fuertes atrayentes de insectos.

Utiliza repelentes aptos para los más peques.

Si sospechas que habéis estado en alguna zona en las que hubiese garrapatas, revisa tras las orejas o sobre la raíz del cabello por si hubiese alguna, y si es el caso, quítala suavemente con unas pinzas pero sin apretar la garrapata. Después limpia la zona con alcohol y si lo crees necesario, consulta con un especialista de la salud.

Para aliviar el picor que producen las picaduras de insectos, puedes aplicar frío.

Impétigo

Esta infección bacteriana se da más frecuentemente en climas calurosos y húmedos. Se manifiesta en forma de sarpullidos que, normalmente, tienen ampollas llenas de líquido o están cubierto por costras amarillas.

El impétigo se desarrolla sobre todo en zonas agrietadas de la piel o alrededor de las picaduras de insectos.

¿Qué hacer en este caso?

Limpia toda la zona afectada con agua y jabón, después cúbrela sin apretar mucho (hazlo de manera que pueda pasar el aire) para evitar el contagio a otras partes o personas.

Aunque es una tarea difícil, intenta por todos los medios que tu peque no se rasque, pues se puede extender con facilidad.

Consulta al pediatra la situación para que lo analice y en caso necesario, pueda solicitar la realización de un cultivo cutáneo.

Picazón del nadador

También conocida como dermatitis por cercaría o esquistosomiástica, suele aparecer tras estar en contacto con lagos o el mar. La piel expuesta (es decir, las zonas que no están tapadas con bañador) muestra un sarpullido en forma de puntitos rojos y abultados, que en algunos casos, es acompañado de ronchas y ampollas.

Este sarpullido es provocado por unos parásitos microscópicos que habitan en la orilla del mar.

¿Qué hacer en este caso?

Evita caminar sobre zonas pantanosas en las que habiten caracoles.

Si tras estar en la orilla del mar durante un tiempo, notas que tu peque tiene picores, sécale vigorosamente con una toalla, pues los parásitos que provocan este picazón empiezan su acción tras la evaporación del agua de la piel. Si tras el secado tu peque tiene rojeces bajo el bañador, puede que tenga la “erupción del bañista”, en cuyo caso, una ducha suele ser suficiente.

Evita que tu peque se rasque y ponle sobre la zona afectada compresas frías o realiza baños de avena para calmar el picor.

Consulta al pediatra la posibilidad de utilizar algún tipo de loción o crema.

Dermatitis serpiginosa

Este tipo de dermatitis es más común en zonas tropicales y subtropicales, como el Caribe o partes de Estados Unidos.

Se trata de una dermatitis provocada por gusanos que se encuentran en playas o areneros en los que hayan podido haber heces de animales. Estos gusanos crean una especie de túnel bajo la piel, normalmente alrededor de los pies o el culete, creando un sarpullido a medida que el gusano se desplaza por la piel.

¿Qué hacer en este caso?

Si frecuentas playas que permiten pasear mascotas, es importante que tu peque tenga los pies cubiertos y que no se siente en la arena, sin al menos, una toalla.

Si detectas esta dermatitis en tu peque, habla con tu pediatra para combatir la erupción.

Foliculitis

Conocido también como sarpullido de jacuzzi, tiene su procedencia en piscinas y jacuzzis no muy limpios. Estos lugares son el hotel perfecto para unas bacterias a las que les gusta meterse en los folículos pilosos de la piel, provocando que aparezcan granitos, pequeñas ampollas llenas de pus y bastante picor. Este sarpullido puede aparecer entre las siguientes 12 y 48 horas de haber estado en alguno de estos lugares.

Es posible que tras utilizar un bañador que no se ha lavado y secado correctamente tras un uso anterior, provoque unas erupciones muy parecidas.

¿Qué hacer en este caso?

Es importante acudir a piscinas y jacuzzis que cuenten con una buena higiene.

Los jacuzzis y piscinas de hidromasaje no son adecuadas para los más peques, pues corren un mayor riesgo de infección y ahogamiento.

Este sarpullido suele durar pocos días y para calmarlo pueden ser suficientes unas compresas tibias sobre la zona, aún así, es conveniente hablar con tu pediatra.

Virus del molusco

Se trata de una infección viral que se manifiesta en forma de bultitos perlados sobre la piel del pecho, espalda, brazos o piernas, que en ocasiones, están acompañados de pequeñas hendiduras en el centro.

El virus del molusco o molusco contagioso, se propaga mediante contacto directo entre personas o mediante objetos contaminados.

¿Qué hacer en este caso?

En este caso, lo más importante es evitar la propagación, por lo que si tu peque se ha contagiado, no ha de compartir con nadie ropa, toallas, ropa de cama, etc.

Evita que se rasque para que no vaya a más ni afecte a otras zonas.

En principio, este virus suele desaparecer sin necesidad de tratamiento entre los 6 y 12 meses desde que empezó el contagio, pero no está demás contactar con los profesionales de la medicina.

Dermatosis del plantar juvenil

Tal vez la conozcas bajo el nombre de síndrome del calcetín transpirado y se trata de un sarpullido que aparece en los pies de tu peque, pelando, agrietando o escamando la piel. Esta dermatosis suele aparecer cuando los pies se humedecen y secan rápida y continuamente.

¿Qué hacer en este caso?

Si tu peque tiene este problemilla, lo ideal es utilizar calzado especial para el agua.

Puedes aplicar humectantes al salir del agua, pero si ves que no mejora o tiene muy agrietados los piececitos, no dudes en acudir a pediatría.

Tiña

La tiña es una infección similar al pie de atleta y se trata de un sarpullido que puede aparecer en diferentes partes del cuerpo, incluido el cuero cabelludo. Son unas manchas ovaladas o redondas con el centro alisado y bordes rojos y escamosos.

Este hongo es más común que se propague entre niños, niñas y adolescentes que practican deporte y comparten vestuarios.

¿Qué hacer en este caso?

Asegúrate que tu hijo o hija no comparte toallas o accesorios para el cabello con nadie.

Habla con pediatría para que pueda determinar la infección y proporcionarte algún tratamiento.

Enfermedad mano, pie y boca

La enfermedad mano, pie y boca suele escucharse más en época escolar debido a su contagio, pero al igual que es propensa en otoño, también lo es durante los meses de verano.

Al igual que un resfriado, esta enfermedad suele empezar con fiebre, dolor de garganta y nariz mocosa, pero enseguida aparecen sarpullidos con pequeñas ampollas en:

  • Boca, encías y lengua.
  • Dedos o palmas de las manos.
  • Plantas de los pies.
  • Culete.

¿Qué hacer en este caso?

Dado que tiene los principales síntomas de un resfriado común pero añadiéndoles sarpullidos, es indispensable acudir a los profesionales de pediatría, quienes seguramente recomendarán ibuprofeno.

Tu peque ha de beber mucho para evitar la deshidratación.

Si ha estado en guardería, campamento o contacto con otros peques, no estaría de más, informarles.

Espero que te sirva de ayuda esta información y que ningún miembro de la familia se vea afectado por sarpullidos durante el verano.


Bibliografía: healthychildren.org

Imágenes: brgfx de freepik / jcomp de freepik


Recuerda que la información recogida en este post es meramente informativa y que en ningún caso ha de sustituir las indicaciones proporcionadas por los profesionales de la salud.

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