En verano, protege a los más peques del sol

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Vacaciones, pasar el día en el campo, en la playa o piscina y Sol… mucho Sol, ese astro indispensable para poder vivir, pero que puede ser muy perjudicial si abusamos de él.

En mayor o menor medida, a todos nos gustan los días soleados, y es que, estamos más alegres, con más ganas de salir y de refrescarnos, ya sea en el mar, ríos, piscinas, balsas, o con una manguera.

Y para poder disfrutar plenamente de los días veraniegos, es importante protegerse del sol, sobre todo a los peques de la casa.

Los rayos del Sol

¿Alguna vez has pasado mucho tiempo en la playa o piscina y has vuelto a casa pareciendo un cangrejo? ¡Yo sí! Menuda la que me caía por parte de mi abuela… y encima, a ponerme paños con vinagre y perfumar la casa…

Te hablo de hace muuuchos años, y si por entonces, los rayos solares eran perjudiciales, ahora lo son mucho más.

Además de ponernos morenitos, o disfrazarnos de cangrejo, los rayos ultravioleta (UV) del Sol pueden ser los causantes de enfermedades como el cáncer de piel, provocar envejecimiento prematuro de la piel, cataratas oculares o quemaduras.

Personalmente, creo que todos estos motivos son más que suficientes para que los adultos protejamos a nuestros peques ante las radiaciones solares, pues ellos, dependen de nosotros.

Por otra parte, muchas veces pensamos que los rayos solares sólo son dañinos cuando brilla con más fuerza y en lugares como playas, piscinas y estaciones de montaña, pero tenemos que concienciarnos que aunque el día esté algo nublado y no veamos completamente el Sol, está ahí y puede ser igual de perjudicial.

Además, es conveniente proteger a los peques del Sol si vais a pasar el día en el campo, hacer deporte o practicar cualquier actividad al aire libre.

¿Cuáles son los rayos de Sol que nos llegan?

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Nuestro querido Sol emite varios tipos de radiaciones, entre los que podemos distinguir los UVA (rayos ultravioleta A), UVB (rayos ultravioleta B), infrarrojos y luz visible.

De estos, son los UVA los que tienen la capacidad de llegar a las capas más profundas de la piel, siendo los causantes del envejecimiento prematuro y del aumento de las probabilidades de tener cáncer de piel.

Los rayos UVB penetran en la piel de una manera más superficial y son los responsables de las quemaduras solares, así como de aumentar las posibilidades de tener cáncer de piel.

¿Qué es el factor de protección solar – FPS?

Cuando compras un protector solar para los peques, es normal que te fijes en el FPS (Factor de Protección Solar), y aunque lo hagas correctamente, tal vez no sepas qué significa exactamente.

EL FPS (Factor de Protección Solar), es el que ofrece protección frente a los rayos UVB. Es el número que aparece en la etiqueta de los protectores solares y en el que siempre prestamos atención: “Protección 15” o “Protección alta 50”, etc.
 Lo que te indica, es el número de veces que el fotoprotector es capaz de aumentar la capacidad de defensa de la piel ante el enrojecimiento previo a la aparición de una quemadura.

Siempre tienes que leer muy bien las etiquetas para comprobar ante qué tipo de rayos ultravioleta protegen las cremas solares.

¿Quién tiene mayor riesgo de sufrir los efectos de los rayos solares?

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Tras varios estudios, se ha demostrado que personas con unas características determinadas, cuentan con un mayor riesgo de sufrir los efectos nocivos de las radiaciones solares. Estas características son:

  • Los bebés y peques menores de 3 años son las personitas más sensibles.
  • Aquellas personas que tienen la piel muy blanca, que se queman fácilmente y prácticamente no se ponen morenos. Por norma general, suelen ser rubias o pelirrojas.
  • Haberse expuesto al sol frecuentemente desde bebé.
  • Tener lunares inusuales o mucha cantidad.
  • Personas muy pecosas.
  • Contar con antecedentes familiares de cáncer de piel.

La mejor manera de proteger a los peques de las radiaciones solares

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Para que tanto tú como los peques de la casa podáis disfrutar de unas vacaciones sin sobresaltos por quemaduras o efectos nocivos provocados por la exposición solar, puedes poner en práctica los siguientes hábitos:

  • Trata de que la exposición al Sol sea de forma paulatina.
  • Evita que los peques se expongan demasiado tiempo al Sol, especialmente en las horas centrales del día.
  • Tanto en la playa como en la piscina, ten a mano una sombrilla.
  • Si  vas a pasar el día en el campo, intenta escoger un lugar provisto de sombra.
  • Pon a tu peque crema con filtro solar que sea resistente al agua y preferentemente de FPS mínimo de 30, además de asegurarte que la protección sea de rayos UVB y UVA.
  • Aplica la crema solar entre 15 y 30 minutos antes de la exposición al sol. Vuelve a aplicar pasada una media hora estando al sol y después del baño.
  • Ponle una gorra.
  • Mientras tu peque esté en zonas soleadas, como haciendo un castillo de arena, procura ponerle una camiseta.
  • Si puedes (y se deja), ponle unas gafas de sol con filtro para rayos UV, ya que de esta manera, estás protegiendo el desarrollo precoz de cataratas, así como la piel que rodea los ojitos.
  • Recuerda que estas medidas pueden suavizarse en peques que tienen la piel más morena y en los de raza negra.
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Las quemaduras del Sol

Aunque los peques de piel más clara son los más sensibles al sol, ninguno está fuera de riesgo de sufrir quemaduras tras exponerse a sus rayos.

Las quemaduras solares pueden producirse tras exponerse 15 minutos al sol, pero los síntomas pueden tardar horas en aparecer.

Síntomas

Dependiendo del tipo de quemadura, se pueden dividir en:

Leves:

  • Cuando la piel está enrojecida y desprende calor.
  • La zona quemada duele.
  • Se siente picor en la zona.

Graves:

  • La piel está enrojecida.
  • Hay un dolor agudo y ardor en la zona quemada.
  • La zona se inflama.
  • Hay ampollas en la quemadura.
  • Existe dolor de cabeza.
  • Se sienten náuseas.
  • Sensación de mareo.
  • Notas fiebre y escalofríos.

Cómo tratarlas

Por despiste, porque no lo has podido evitar, porque tu peque se chupa la crema solar o porque se quita la camiseta mientras tú no miras… Sea por el motivo que sea, tu peque ha sufrido quemaduras por el Sol, así que, es el momento de tratarlas correctamente.

Si mientras estáis en la playa, piscina, campo… observas alguno de los síntomas leves antes mencionados:

  • Lo primero es quitar a tu peque de la exposición al Sol e ir a casa.
  • Ducha a tu peque con agua algo fresca, pero que no esté fría o aplícale sobre la piel dañada paños mojados en agua o compresas frescas cada vez que lo creas necesario.
  • Ofrécele más líquidos durante los próximos días.
  • Puedes ponerle aloe vera para calmar las molestias.
  • Si notas que le duele mucho, puedes darle paracetamol o ibuprofeno (si ya le has dado anteriormente y sabes la dosis). Puedes llamar a pediatría y que te confirmen que puedes suministrárselos.
  • Para salir a la calle, tienes que tener en cuenta que la ropa le cubra toda la zona quemada hasta que esté curada en su totalidad.

Acude a urgencias inmediatamente si:

  • La zona que ha sufrido quemadura solar es muy dolorosa o tiene ampollas.
  • A tu peque se le ha hinchado la cara tras haberse quemado por el sol.
  • La quemadura ocupa un área muy extensa de la piel.
  • Tras haber sufrido una quemadura solar, tu peque tiene fiebre o escalofríos.
  • Le duele la cabeza, tiene algún tipo de confusión o parece que va a desmayarse.
  • Hay deshidratación, es decir, tu peque tiene mucha sed (más de lo normal), hace poco pis, notas que la boca y los ojitos están secos.

Recuerda que…

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Aunque las nubes disminuyen la radiación UV, ésta cuenta con la intensidad suficiente para provocar quemaduras en la piel de tu peque. Sólo las nubes que están a más baja altura y son más gruesas, son capaces de frenar la radiación.

Los más peques son los más sensibles a la exposición prolongada del Sol, pero es igual de peligroso a cualquier edad.

Las cremas solares protegen a tu peque del  sol, pero no tienen súper poderes, por lo que es aconsejable volver a aplicarla al salir del agua. Utiliza una crema con al menos un factor de protección SPF 30 y si aún no ha cumplido los 3 añitos, es recomendable proteger su piel con un factor de protección solar de 50.

 La mayor radiación ultravioleta se produce en las horas centrales del día, es decir, entre las 12 y las 17, por lo que es conveniente evitar exponerse al Sol en este rango horario, o en su defecto, proteger muy muy bien a tu peque.

Necesitamos el Sol, pero si tu peque tiene menos de 3 años, intenta no exponerlo al Sol, sobre todo en las horas centrales, pues su piel es aún muy delicada.

¡Espero que paséis un verano súper divertido, feliz y sin quemaduras!


Recuerda que toda la información ofrecida en este artículo es meramente informativa y en ningún caso ha de ser sustituida por los consejos o indicaciones de las personas que son profesionales de la salud.


Bibliografía:

www.healthychildren.org
enfamilia.aeped.es
kidshealth.org

Imágenes:

Leo Rivas en Unsplash / Andrew Seaman en Unsplash / Derek Thomson en Unsplash / Vidar Nordli-Mathisen en Unsplash / Joshua Gaunt en Unsplash / Richard Burlton en Unsplash

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