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¡Estoy embarazada!

Cuando llega ese momento del tan esperado positivo en la prueba de embarazo, tu corazón se acelera, un intenso escalofrío recorre tu piel… tienes tantas sensaciones que expresar que no sabes si reír o llorar.

Estoy embarazada, ¿por dónde empiezo?

Ahora que ya sabes que estás embarazada las preguntas empiezan a surgir sin rumbo, repentinamente tu mente elabora situaciones y te asalta con infinidad de dudas, “¿a qué especialista acudo primero?”, “¿qué análisis tengo que hacerme?”, “¿puedo comer de todo?”…

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Tendrás que pedir una cita con tu médico o médica de cabecera, siendo quien recopile información sobre tu última regla, tu estado de salud general, el tipo de alimentación que practicas y si has empezado a tomar ácido fólico y yodo. Después, te derivará a la matrona.

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Foto: freepik

Seguramente, la matrona te preguntará lo mismo que tu médico de cabecera además de pedirte información sobre si has tenido más hijos, abortos o si alguno de los progenitores tiene antecedentes de alguna enfermedad que pueda ser relevante para el embarazo.
Además, te informará sobre hábitos saludables en el embarazo, te solicitará análisis de sangre y orina y la primera ecografía.

Cada visita que realices a la matrona es perfecta para resolver cualquier duda que tengas, así como si tienes algún tipo de molestia.

Empezar a tomar ácido fólico

El ácido fólico, una vitamina del grupo B, es esencial para que se desarrolle correctamente el sistema nervioso del bebé, siendo de gran ayuda en la prevención de posibles defectos tanto en el cerebro como en la médula espinal. Deberías suplementar tu alimentación con ácido fólico cuanto antes.
Respecto al yodo, hay estudios que demuestran que al estar embarazada, se genera un déficit en el aporte del mismo, por lo que es necesario equilibrarlo para favorecer el correcto desarrollo del cerebro de tu bebé.

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Foto: gpointsudio

Existen complejos vitamínicos indicados especialmente para el embarazo, pues entre sus componentes se encuentran el ácido fólico, yodo y vitamina B12, pero en cualquier caso, has de consultar siempre a los profesionales de la salud.

La alimentación estando embarazada

Cuando hagas saber al resto del mundo que está embarazada, seguramente empiecen a comentarte tipos de alimentos que no debes ingerir, que ahora tendrás que comer el doble o cosas por el estilo. Este tipo de comentarios por parte de tus seres queridos son realizados con el fin de ayudarte, pero en muchas ocasiones pueden resultar abrumadores para ti y a veces erróneos.

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Foto: lookstudio

Lo más importante es mantener una dieta equilibrada, en la que sí es conveniente evitar algunos alimentos (seguro que son los que más te apetecen, yo sólo quería comer fuet y salchichas crudas…).

Otra cosa a tener en cuenta es la manera de preparar los alimentos, siendo las mejores opciones elaboraciones a la plancha, hervidas, cocidas o en el horno y disminuyendo los alimentos fritos, con mucha grasa o los precocinados. Un tipo de alimentación recomendado para cualquier persona que quiera mantener o comenzar una vida saludable, incluida tú, que estás embarazada.

Uno de los mayores temores respecto a los alimentos que puedes consumir, tiene su origen en la toxoplasmosis y sabrás si estás inmunizada tras los resultados de la primera analítica de sangre que te realicen.
Cuida tu alimentación y toma precauciones con estos alimentos:

  • Embutidos: Puedes tomar sin problema los cocidos y cocinados o aquellos que han sido sometidos al proceso de congelación industrial y que se han encontrado 48 horas como mínimo a temperaturas de -20°C. Aléjate lo máximo posible de los embutidos curados.
  • Carne: Cualquier tipo de carne que vayas a comer tiene que estar muy bien cocinada, nada de carne cruda ni “carne al punto”.
  • Verduras: Al igual que en su consumo habitual, las hortalizas y verduras que vayas a consumir crudas, han de ser lavadas o higienizadas, así que esa costumbre de coger cualquier verdura y pegarle un bocado sin lavarla tienes que dejarla de lado.
  • Lácteos y derivados: Tanto la leche como cualquiera de sus derivados (queso, yogur,etc.) tienen que estar pasteurizados.
  • Paté: Puedes comer paté en conserva pero evita los que son refrigerados o se compran al peso en la charcutería.
  • Pescado: Apuesta por el salmón la trucha, peces pequeños o atún en lata y deja de lado los más grandes y depredadores como pueden ser el tiburón, la caballa, el pez espada o el atún rojo. Sea cual sea el tipo de pescado que comas, no ha de estar crudo.
  • Marisco: Como le dijo el ginecólogo a mi madre “si te lo puedes permitir, adelante”, eso sí siempre muy bien cocinados.

El embarazo me provoca sueño

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Foto: pressfoto

¡Tranquila! Es un síntoma muy normal que está acentuado en el primer trimestre de embarazo y que tras este, sus efectos disminuyen bastante, por lo que volverás a sentirte más activa y con energía para afrontar tu día a día.

Al quedarte embarazada puedes pensar “¿pero porqué tengo tanto sueño?” La causante principal de esa sensación de sueño que te acompaña durante todo el día es la hormona progesterona, ya que su nivel en tu organismo ha aumentado considerablemente para preparar al útero en ese proceso tan delicado de implantar el óvulo fecundado.

Además, piensa que tu cuerpo está trabajando sin descanso y gastando mucha energía preparándose para todo el proceso tan maravilloso que conlleva estar embarazada.

Y aunque sé que en algunos casos es complicado (por ejemplo, si tienes otro peque), pero intenta descansar todo lo que puedas.

En el embarazo, ¿la higiene íntima es diferente?

Algunas mujeres embarazadas, se plantean la higiene íntima como una obsesión, tanto que llegan recurrir a la limpieza interior de la vagina, en la que introducen jabones o antisépticos. Lo más probable, es que el resultado de realizar esta práctica para limpiar la vagina, sea todo lo contrario al esperado, pues lo que se puede conseguir es alterar la propia flora vaginal, que es la encargada de proteger la vagina de posibles infecciones.

Tan sólo tienes que seguir una higiene normal, aseando la parte íntima todos los días con jabones líquidos y suaves como son los de árbol de té, tomillo, etc.

Por norma general, al quedarte embarazada aumenta la cantidad de flujo vaginal, pudiendo ser muy fluido o espeso (algo totalmente normal). En ocasiones, la ropa interior puede producir picor o algo de quemazón, por lo que se recomienda utilizar ropa poco ajustada y que tus braguitas sean de algodón.

Si notas picor, quemazón o irritación, puedes haber contraído alguna infección vaginal, por lo que no dudes en consultar a los profesionales de la medicina, que serán quienes te ayuden a solucionarlo.


Foto principal: wayhomestudio


Recuerda que la información recopilada en este artículo, nunca debe sustituir las indicaciones de los profesionales de la medicina.

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