Semana 24 de embarazo
A lo largo de la semana 24 de embarazo, tu bebé pesará entre 500 y 600 gramos, alcanzando un tamaño aproximado de 21 centímetros.
Así cambia tu bebé en la semana 24 de embarazo
Los órganos de tu bebé están preparándose para el momento en el que tengan que funcionar sin la ayuda de mamá. En estos momentos, los pulmones comienzan a desarrollar la capacidad de producir surfactante, que es la sustancia que permite la apertura de los alveolos pulmonares, evitando que se peguen los pulmones al exhalar y permitiendo una correcta respiración.
El desarrollo del oído interno de tu bebé (que es el encargado de controlar el equilibrio corporal) ha finalizado, por lo que ya puede diferenciar la posición en la que se encuentra, es decir, tu bebé ya es capaz de saber cuándo esta boca arriba o boca abajo mientras flota plácidamente en el líquido amniótico.
Síntomas y cambios en mamá en la semana 22 de embarazo
En general, seguirás sintiéndote genial durante esta semana, aunque es probable que notes un mayor cansancio, sientas algún mareo o te encuentres un poco pálida en algún momento.
Estos síntomas, son la alerta de una posible anemia.
También son comunes los dolores de espalda, ya que según avanzan las semanas, mami tiene que soportar más peso.
Cómo cuidarte durante esta semana
La anemia en embarazadas es algo muy normal a partir de la semana 24 de embarazo, siendo la ferropénica por falta de hierro la más común. La anemia se produce por la disminución de glóbulos rojos y porque éstos, contienen menor cantidad de hierro. Dependiendo del grado de anemia de mamá, las repercusiones en el bebé varían bastante, siendo bastante reducidas en anemias leves y moderadas, pero bastante graves en anemias severas, pudiendo incluso llegar a la mortalidad del bebé.
Para hacer frente a una posible anemia, es recomendable que en tu alimentación no falten los alimentos ricos en hierro.
Además, existen los suplementos ricos en hierro, que según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, es recomendable su ingesta a partir del segundo trimestre y hasta terminar la lactancia materna.
En mis dos embarazos, además de mantener una alimentación equilibrada, tomaba un suplemento rico en ácido fólico, hierro, vitaminas, etc., de una marca muy conocida y recomendada en farmacias y mantuve los niveles óptimos durante ambas gestaciones.
Si ya de por sí, eres propensa a tener anemia, ya sea por ser celiaca, tener alguna enfermedad inflamatoria intestinal, mantener una dieta vegana o tener un embarazo múltiple, es muy probable que necesites suplementar tu alimentación con hierro desde el principio del embarazo.
Continúa realizando una dieta equilibrada y evita las comidas muy grasas, en conserva y las bebidas endulzadas.
Si todavía tienes náuseas, airea los espacios cerrados.
Practicar ejercicios para embarazadas, adecuados a tu semana de gestación, respiratorios y técnicas de relajación, te ayudarán a sentirte mucho mejor.
Si todavía no lo has hecho, acude a clases de preparación al parto. Algunas mujeres piensan que no son eficientes, que no merece la pena asistir a ellos o que al no ser primerizas ya no son necesarias, pero estas clases te ayudan a compartir experiencias, esclarecer dudas, distraerte, divertirse y por supuesto, ayudan eficazmente a la preparación para el nacimiento del bebé.
Yo acudí a estas clases en mis dos embarazos y en ambas ocasiones me parecieron muy útiles.
¿Qué pruebas médicas pueden hacerme esta semana?
En esta semana se realizan las analíticas de sangre correspondiente al segundo trimestre de embarazo, donde se comprobará el grado de anemia, la cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
También se lleva a cabo un análisis de orina y poder comprobar que no existen infecciones.
Si tus tiroides estaban alteradas con anterioridad, seguramente te pidan de nuevo las hormonas tiroideas y ajustar, si es necesario, la dosis de levotiroxina.
Además, en los análisis se incluyen serologías de citomegalovirus y toxoplasmosis.
Entre esta semana 24 de embarazo y la 28, se realiza la prueba del azúcar, llamada test de O´Sullivan y se lleva a cabo para detectar la diabetes gestacional. Este tipo de diabetes sólo aparece en el embarazo y suele desaparecer tras el nacimiento de tu bebé.
Para controlar esta patología suele ser suficiente una dieta bien planeada y realizar ejercicio, pero no contralarla puede ocasionar diversas complicaciones.
En qué consiste el test de O´Sullivan
Para llevar a cabo esta prueba, primero hacen un análisis de sangre a la futura mamá, se mide el nivel de glucosa y después hay que tomar una solución azucarada, que consiste en agua con glucosa.
Para algunas mujeres, esta bebida resulta demasiado dulzona, pero a mí me encantó.
Tras ingerir esta bebida de glucosa, se espera durante una hora sentada y sin comer nada y se vuelve a realizar un nuevo análisis de sangre para medir de nuevo el nivel de glucosa.
Partiendo de que el nivel de glucosa en sangre ha de ser de 140mg/dl, el resultado obtenido puede ser:
Negativo: Cuando el nivel de glucosa en sangre no supera los 140mg/dl en ambas pruebas de sangre, lo que quiere decir que la futura mamá no tiene problemas de asimilación de glucosa.
Positivo: Cuando el nivel de glucosa supera los 140mg/dl. En este caso se realizará una prueba llamada test de tolerancia oral a la glucosa, con la que se diagnosticará de manera más precisa una posible diabetes gestacional.
Diabetes gestacional: Si el nivel de glucosa en sangre supera los 200mg/dl, se diagnostica instantáneamente la diabetes gestacional.
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La información proporcionada en este artículo, en ningún caso debe sustituir las indicaciones de la atención médica correspondiente.
Fuentes consultadas:
- https://www.reproduccionasistida.org
- https://kidshealth.org
- https://www.natalben.com
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