Tipos de parto

tipos-de-parto-cabecera

Seguro que has oído hablar de diferentes tipos de parto, pero, ¿sabes cuántos hay realmente?

Los gustos o necesidades de cada mamá son únicos y por eso,sólo tú eres la que tiene que decidir cómo quieres que nazca tu bebé. Eso sí, siempre has de atender a las indicaciones médicas para conocer qué tipo de parto es el más recomendado para ti y si éste resulta seguro tanto para ti como para tu bebé.

Los diferentes tipos de parto

Vamos a ver con más detalle los diferentes tipos de parto que existen para que estés informada y puedas consultar con tu médico o médica la posibilidad de realizarlo de una manera determinada.

Parto vaginal

parto-vaginal-11
Imagen de Freepik

Es el parto normal y uno de los más recomendados, ya que aporta muchos beneficios a mamá y al bebé. En este caso, mamá estará tumbada boca arriba y con los pies en alto, aproximadamente, a la altura del culete.

Gracias a tu esfuerzo y la ayuda de tus empujones, tu bebé saldrá por la vagina y en cuestión de segundos, podrás tener a tu bebé entre tus brazos para compartir un momento único y que se produzca ese contacto piel con piel tan necesario para ambos.

En el parto vaginal se puede usar anestesia local (epidural) para evitar los dolores propios del parto y disfrutar de una experiencia maravillosa.

Parto natural

Se trata de un parto exactamente igual al parto vaginal, en cuanto a la forma de nacer del bebé. Lo que lo diferencia del normal, es que en el parto natural no se utiliza ningún tipo de anestesia ni se suministra oxitocina para la estimulación de las contracciones. Además, tampoco se realiza episotomía.

Es una manera de vivir el nacimiento del bebé lo más natural posible, controlando los dolores por medio de la respiración y ejercicios que se hayan ido practicando durante el embarazo. En este caso, también hay presencia de personal médico, que velará por la salud de mamá y el bebé.

Dentro del parto natural, podemos encontrar varios métodos. Algunos de ellos son:

Método  Leboyer

También se le conoce como “nacimiento sin violencia” o “nacimiento amable” y su objetivo, es el de desestresar al bebé durante su salida al mundo exterior. Para ello, se busca un ambiente relajado, con poca luz, cálido y silencioso.

Además, el cordón umbilical no se corta inmediatamente y el bebé es sumergido en agua tibia hasta que se estire él mismo.

Método Grantly Dick-Read

Este método está basado en la creencia de que los dolores del parto se acentúan y sienten de manera más exagerada debido a que las futuras mamás sienten miedo y anticipan el pensamiento del dolor antes de que este empiece. Esta anticipación, provoca tensión corporal, muscular y psíquica, ya que el miedo es el estimulante perfecto para el sistema nervioso simpático.

Lo que ocurre en el momento del parto, es que el canal del parto se cierra más, por lo que las contracciones se encuentran con una resistencia extra y esto causa más dolor. Más dolor y más tensión aumentan el miedo, por lo que se genera un círculo vicioso entre las tres sensaciones que no son buenas ni para mamá ni para el bebé.

Para solucionar esto, el método Grantly Dick-Read, trata de enseñar a las futuras mamás diferentes técnicas de respiración para que puedan relajarse durante las contracciones, además de mostrarles que dirigir su atención a la visualización interna del parto ayuda a sentir menos dolor.

También es indispensable que la pareja de la futura mamá la acompañe en todo el proceso, mostrando su apoyo emocional.

Cesárea

cesarea-11
Imagen de Freepik

También conocida como parto abdominal y que puede ser programada o de urgencia. En el último caso, se realiza una vez ha comenzado el parto y debido a alguna complicación el personal sanitario decide realizarla.

Para realizarla pueden ponerte anestesia local o general y se trata de realizar una incisión en el abdomen para poder sacar al bebé.

Este tipo de parto es más utilizado en embarazos múltiples o de riesgo.

Parto en el agua

parto-en-el-agua-11
Imagen de Freepik

Este tipo de parto se realiza con el vientre de mamá sumergido en agua tibia y no se utiliza anestesia. Para llevarlo a cabo se necesita una piscina especial o una bañera, en la que también puede estar la persona que acompañe a mamá durante el parto.

Parto en cuclillas o vertical

parto-cuclillas-11
Imagen de Freepik

Al igual que ocurre con el parto natural, no existen intervenciones de agentes externos como  anestesia u oxitocina, pero en vez de estar en posición horizontal, mamá se pone de cuclillas, sentada o vertical. Estas posiciones suelen ser cómodas para mamá y ayudan a que el parto sea más rápido por la acción de la gravedad.

Parto respetado

El parto respetado engloba todos los procesos que conlleva la gestación, es decir, se trata de una atención médica personalizada desde el inicio del embarazo hasta el postparto.

Tampoco se utiliza epidural ni otro tipo de anestesia, pues se controla el dolor mediante ejercicios y respiraciones aprendidas durante el embarazo.

Parto asistido en casa

Hay mamás que prefieren tener a su bebé en casa, por lo que en este caso, será un parto natural o en el agua. En este caso tampoco se utiliza anestesia, pero sí es importante con la presencia de personal médico, por si hubiese alguna complicación.

Parto con fórceps

Cuando en un parto vaginal, la mamá ya no puede empujar más y el bebé no sale, es necesaria la utilización de fórceps, que son unas pinzas que se ponen en la cabecita del bebé para ayudarle a salir.

Aunque este tipo de partos no es habitual, está bien que sepas que existe.

Parto con ventosa

Otro instrumento que puede utilizarse en el caso de que el bebé no quiera salir, es la ventosa, que ayuda al bebé a salir y así, evitar la realización de una cesárea.

Parto por inducción

Por inducción, pero no como las vitrocerámicas… Este tipo de parto se realiza cuando ha pasado el tiempo estipulado de la duración del embarazo. Para ello, mamá habrá ingresado en el hospital y le suministrarán (de forma oral, vagina o intravenosa) fármacos para provocar las contracciones.

Si todo sale bien, el parto terminará realizándose de manera vaginal, en caso contrario, se puede optar por algún instrumento como la ventosa o realizar una cesárea.

Mi experiencia

Mi primer embarazo fue de 42 semanas, y finalmente tuvieron que inducirlo porque mi bebé no quería salir. Tras muuuuchas horas llegó el momento de dar a luz, pero por mucho que empujase, el bebé no bajaba. El personal sanitario intentaba ayudar desde la parte más alta de la barriga, manualmente… pero no había forma, que no quería salir.

En este caso, utilizaron la ventosa para ayudar al bebé a salir y tras el nacimiento, no lo pude tener entre mis brazos, pues tuvieron que hacerle una revisión de salud. No tardaron mucho, y al poco tiempo, ya pude darle su primer abrazo.

En el segundo embarazo, rompí agua mientras dormía… al llegar al hospital ingresé y tras todo el proceso de monitorización y dilatación, cuando mi bebé y yo estábamos listas, dejaron de escuchar los latidos de mi pequeña. En seguida acudieron varios profesionales de la medicina, preparados con inyecciones para mi bebé y como si estuviera en una carrera de fórmula uno, nos dirigimos a la sala de parto.

Mi esposo pudo acompañarme en este momento y finalmente, fue un parto vaginal sin más complicaciones. Pude tener a mi bebé en brazos nada más salir al exterior.

En ambos casos me pusieron la epidural y… ¡qué maravilla!

Y tú, ¿Qué tipo de parto prefieres? ¿Con cuál ha nacido tu bebé? ¡Déjalo en los comentarios!

Fuentes consultadas:

  • https://www.reproduccionasistida.org
  • https://mejorconsalud.as.com
  • https://www.natalben.com
  • Experiencia propia

Agradecimientos:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *