La alimentación de 0 a 18 meses

La alimentación es algo que nos suele preocupar y llenar la cabeza de preguntas (como prácticamente todo lo que tenga que ver con nuestro bebé…), pero tal vez, la alimentación sea uno de los temas que más nos angustian en ocasiones, y no es para menos, ya que la alimentación de tu bebé es muy importante para su desarrollo, sobre todo en su primer año de vida

Riesgos de atragantamiento, la edad de incorporación de alimentos o cuándo puede empezar a masticar son algunos puntos clave de los que te voy a hablar en este post y espero que te sirvan de ayuda.

Lo que te voy a contar hoy está basado en información proporcionada por la Asociación Española de Pediatría (AEP),  la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por supuesto, algo que no puede faltar, es contarte mis experiencias.

La OMS recomienda alimentar a tu bebé exclusivamente con la lactancia materna hasta que cumpla 6 meses y después ir introduciendo los alimentos paulativamente.

¿Por qué es importante esperar hasta los 6 meses para introducir la alimentación complementaria?

Para poder ingerir alimentos diferentes a la leche, es conveniente que el organismo de tu bebé haya madurado a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune.

Se considera que un bebé está preparado para la ingesta de alimentación complementaria cuando adquiere las destrezas psicomotoras que le permiten manipular y tragar de forma segura los alimentos.

Esto suele ocurrir alrededor del 6º mes y sabrás que está preparado cuando:

• Presente un interés activo por la comida
• No tenga el reflejo de extrusión (expulsar los alimentos no líquidos con la lengua)
• Sea capaz de coger alimentos y llevárselos a la boca
• Se mantenga sentado con apoyo

¿Qué ocurre si introduces demasiado pronto la alimentación complementaria?

Introducir la alimentación complementaria demasiado pronto (antes de los 4 meses de edad), puede conllevar riesgos a corto y largo plazo para tu bebé.

Riesgos a corto plazo:

• Infecciones del tracto respiratorio superior
• Gastroenteritis aguda
• Atragantamiento

Riesgos a largo plazo:

• Obesidad
• Eccema atópico
• Diabetes mellitus tipo 1 (destrucción de células del páncreas, causando deficencia gradual y absoluta de insulina)

¿Y si introduces la alimentación complementaria demasiado tarde?

Tampoco es bueno para tu bebé que introduzcas en su dieta la alimentación complementaria pasado el 7º mes ya que correría los siguientes riesgos:

• Tener carencias nutricionales, sobre todo de hierro y zinc.
• El riesgo de alergias e intolerancias alimentarias es mayor.
• Tener una peor aceptación de las nuevas texturas y sabores.
• Hay una mayor posibilidad de alteración de las habilidades motoras orales.

Métodos de alimentación complementaria

Existen otros métodos de alimentación que han ido impactando bastante positivamente en nuestra vida y de los que te hablo con más detalle en otros post.
Simplemente pincha en el método del que quieras obtener más información.

Método Baby-Led Weading (BLW)

Método BLISS

Después de haberte contado todas estas cositas importantes, vamos a ver en qué orden y a qué edad se recomienda la introducción de la alimentación complementaria.

No es un calendario estricto que tengas que seguir tal cual sí o sí, y ya sabes que, ante cualquier duda consulta a tu pediatra.

Alimentación desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad

La situación y pensamiento de cada mamá son diferentes (y todas totalmente respetables), por eso, en esta fase de la alimentación se pueden dar varios casos. Todos ellos resueltos con la mejor opción para la correcta alimentación y desarrollo de tu bebé.

Puede que tú no quieras o puedas amamantar a tu bebé, en este caso, el pediatra será quien te indique que tipo de leche de inicio debes darle y hasta qué edad.

Otra de las situaciones que se dan con mucha frecuencia, es que estés alimentando a tu bebé con leche materna y tengas que incorporarte al trabajo. Pues bien, aquí llega el momento de preguntarte y valorar si quieres seguir alimentando a tu bebé con leche materna.

En caso afirmativo, tienes la posibilidad de comprar un sacaleches y envases para conservar la leche (se puede congelar).

Si tu bebé tiene más de 17 semanas, puedes introducir la alimentación complementaria cuando estés en el trabajo, y mantener la lactancia materna siempre que estés con tu retoño.

En caso negativo, pues puede ser que pases muchas horas fuera de casa, o simplemente no te apetezca o convenza la opción del sacaleches, tendrás que seguir la alimentación con leche de continuación, la cual te recomendará tu pediatra.

Esta fue la opción que yo escogí en su momento para mis dos bebés, y la razón fue que no me veía sacándome la leche… así que acudí al pediatra y me recomendó la leche en polvo que debía darles.

A parte de esta recomendación, me entregó una hoja con las pautas de alimentación a seguir hasta la edad de 18 meses y que voy a compartir contigo (seguramente tu pediatra te facilite algo por el estilo).

Entre los 4 y 7 meses

Ha llegado el momento de que tu bebé pruebe los cereales sin gluten (maíz, arroz, tapioca, soja…). Simplemente añade en el biberón de leche la cantidad indicada en el envase de los cereales, y si todavía estás con la lactancia materna, prepara los cereales con agua y después dale el pecho.

Cuando tu bebé haya pasado los 6 meses pero no haya cumplido los 7, puedes introducir los cereales con gluten (trigo, avena, centeno, cebada…) pero sin miel (se introducirá a partir del año) ni cacao.

Beneficios de los cereales

Este alimento, proporciona proteínas, minerales, vitaminas y ácidos grasos para un equilibrio energético.

Seguidamente, puedes preparar a tu bebé su primera papilla de frutas (verás que divertidos los gestos que hace, te recomiendo grabar este momento).

Tienes que introducir las frutas poco a poco, es decir, para preparar la primera papilla puedes comenzar con media manzana y media pera. Si tras 2 o 3 días, ves que tu bebé la tolera, añade otra fruta como puede ser medio plátano y así, sucesivamente, puedes ir combinando el resto de frutas.

Hay frutas que no puedes darle todavía como son melocotón, albaricoque, kiwi, piña, mora o fresa. (serán introducidas entre los 9 y 12 meses).

Beneficios de la fruta

Aportarán azúcar, vitaminas, minerales y fibra a tu bebé.

También es hora de comenzar con la papilla de verduras (y también es un buen momento para grabar, pero que muy bueno).
Puedes empezar preparándola con patata, zanahoria, judías verdes y unos 20-30g de pollo sin piel. Tienes que cocinarlo todo sin sal (que la introducirás cuando tu bebé tenga 1 año) y un chorrito de aceite de oliva en crudo (a la hora de triturar).
Tras 2 o 3 días con esta papilla, puedes ir introduciendo otras verduras y hortalizas como calabaza, puerro, tomate…

Al igual que sucede con las frutas, también hay verduras que no debes introducir todavía, como espinacas, acelgas, remolacha, nabo, coliflor, col… (las incorporarás entre  los 10 y 12 meses).

Beneficios de las verduras

Son portadoras de múltiples vitaminas, minerales y fibra.

Tras ver que tu bebé tolera bien la comida y pasadas unas 2 semanas, puedes ir introduciendo otras carnes como ternera, cordero, cerdo o pavo y procura que la carne no tenga grasa ni tendones.

Recuerda que debes esperar un periodo de tiempo de entre 1 y 2 semanas para introducir un nuevo grupo de alimentos y entre 2 y 3 días para un alimento nuevo. Esto te ayudará a detectar posibles alergias.

En el grupo de alimentos de la carne, no debes introducir todavía los embutidos.

Beneficios de la carne

Aportarán  a tu bebé proteínas, grasa y vitaminas.

A partir de 8 meses

En este momento, tu bebé ya puede probar una fantástica papilla de verduras con pescado blanco (lenguado, merluza, pescadilla…) que irás alternando con la de carne.

También ha llegado el momento de ofrecer lácteos (no leche de vaca) como yogur natural o queso fresco, ambos en pequeñas cantidades.
De esta manera, introducirás nuevas texturas.

La ingesta de estos alimentos no implica la sustitución de la leche líquida que le des a tu bebé.

Beneficios del pescado

Aportan ácidos grasos Omega 3, proteínas, vitaminas y minerales.

Beneficios de los lácteos

Aportan proteínas, vitaminas A y D y calcio.

A partir de 9 meses

Es hora de introducir huevo en la dieta de tu bebé. La manera de hacerlo es paulativamente, es decir, primero añade media yema de huevo a la papilla de verduras y si ves que la tolera sin problemas, a los 15 días ponle la yema entera. (la clara la añadirás a los 12 meses)
Puedes darle yema un máximo de 2 veces por semana.

Beneficios del huevo

La yema, que es lo que vas a incorporar ahora, aporta proteínas, grasas, vitaminas y minerales.

A partir de 11 meses

Tu bebé ya puede comer jamón cocido y pescado (que no sea azul) a la plancha.

También puedes ir introduciendo legumbres, empezando por las tiernas, como guisantes o habas, que las puedes añadir a las papillas de verdura con carne o pescado.
Pasados 2 días, puedes continuar con las legumbres secas como lentejas, judías blancas y garbanzos (sin piel).

Cuando prepares las legumbres secas, es aconsejable que las pases por el chino o pasapurés para quitarles la piel, ya que la batidora no hace este proceso.

Beneficios de las legumbres

Aportan hidratos de carbono, minerales y fibra.

A partir de 12 meses

Tu bebé ha cumplido su primer añito (qué rápido ha pasado…!!!) y ya está preparado para introducir en su dieta aquellas frutas, verduras o carnes (excepto embutidos grasos como el chorizo o salchichón) que habías evitado hasta ahora.

También es hora de probar con la clara de huevo, y para hacerlo, utiliza el mismo proceso que hiciste con la yema, primero la mitad y si la tolera, añade un huevo entero a los 15 días.

Puedes comenzar a darle leche de vaca, preferiblemente entera, ya que contiene todas sus vitaminas.

A partir de 18 meses

En este mes incluye en la dieta de tu bebé el pescado azul y las vísceras (una vez por semana) y ahora sí, se podría decir que tu bebé ya puede comer de todo.

Es recomendable que evites el consumo de chucherías (demasiada azúcar y probable atragantamiento) o bollería industrial, ésta tiene una gran cantidad de grasa saturada no recomendable para tu bebé.

Evita también los alimentos ultraprocesados y no le ofrezcas frutos secos hasta los 5 años ya que son una de las primeras causas de atragantamientos (además de ser muy alérgenos).

Si has llegado hasta aquí, puede que te preguntes “Raquel, ¿y qué método es el que has utilizado tú o cuál te ha funcionado mejor?”

Pues lo he probado todos, y cuál  me ha dado resultado…ninguno…
Pero eso no significa que no vayan a funcionar con tu bebé. En el apartado “mi experiencia” te cuento con más detalle cómo se han comportado (y lo siguen haciendo) mis hijos en la etapa de la alimentación.

Espero que te haya gustado y te sirva de ayuda.