Método Montessori, los periodos sensibles

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Todos sabemos que los más peques superan con creces a los adultos en capacidad de aprendizaje, pero lo que tal vez no tenemos tan claro, son los momentos más relevante para su desarrollo.

Gracias a las investigaciones prácticas que realizó María Montessori, pudo concluir que niños y niñas pasan por distintos periodos, a los que ella nombró “sensibles” o “sensitivos” y que se dan durante los primeros años de vida. En estos periodos sensibles, las capacidades de aprendizaje son mucho más potentes.

¿Qué son los periodos sensibles?

Los periodos sensibles son esos momentos, actividades, acciones, etc. con los que los peques se sienten atraídos, por lo que se involucran entusiasmadamente en aquello que realmente les interesa.

En los periodos sensibles, hay grupos de neuronas que tienen más actividad que otras, lo que conlleva una correcta formación de la red neuronal.

Por este motivo, es importante dejarles trabajar sus cualidades a su ritmo, sin imponerles un horario, sin achucharles para que lo hagan o aprendan más rápido y hacerlo mediante actividades que les motiven, ya que de esta manera se construye su inteligencia de una manera más sólida. Además, algo que resulta clave en el aprendizaje, es la repetición continuada.

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Foto de Tatiana Syrikova en pexels.com

Estos periodos tienen una limitación en el tiempo y no es recuperable, por lo que es importante saber cuáles son. De esta manera, podrás potenciarlos en tu peque mucho mejor.  Hablamos de:

  • Agudizar los sentidos
  • El movimiento, psicomotricidad fina y gruesa
  • El lenguaje
  • Orden y organización
  • El comportamiento social
  • Sensibilidad musical
  • El descubrir las matemáticas
  • Controlar los esfínteres

Vamos a ver estos periodos sensibles con más detenimiento, pero para no hacerlo demasiado extenso lo dividiré en dos partes. En este post vamos a desarrollar “Agudizando los sentidos” y  “ Los movimientos”, para ver el resto de periodos, pincha en la entrada relacionada que aparece bajo este artículo.

Agudizando los sentidos

Este periodo transcurre desde que tu peque cumple un año hasta alcanzar los 5, donde estará en la etapa perfecta para desarrollar y agudizar sus sentidos.

Existen muchas formas de ayudar y motivar a tu peque a desarrollar y agudizar sus sentidos, puedes comprar todo tipo de sonajeros, así como infinidad de juegos y juguetes muy variados, desarrollados específicamente para este propósito.

No hace falta comprar y comprar, y hago una pequeña aclaración en este momento, no te quiero decir que no le compres ningún juego o juguete a tu peque (que son chulísimos, divertidos, sirven para aprender y desarrollar habilidades ¡y a mí me encantan!), lo que te quiero decir, es que seguramente, tengas materiales en casa con los que poder crear un montón de juegos y realizar actividades con las que tu peque se divertirá y aprenderá muchísimo.

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Puedes crear sonajeros caseros con un bote de plástico lleno de legumbres, hacer su caja de los tesoros para que mediante el tacto reconozca de qué se trata, pruebas de sabores, sonidos, olores, etc.

Te invito a que les des una oportunidad a estas actividades, de verdad que son fantásticas y muy útiles.

Los movimientos

Tu peque comenzará a desarrollar su movilidad, musculatura, coordinación y equilibrio desde su nacimiento, siendo desde este momento y hasta los 3 años de edad, el periodo más sensible para ello. De hecho, mientras tu bebé ha estado formándose dentro de tu tripita, ya realizaba movimientos fetales con los que se preparaba para darte el primer abrazo.

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Foto de Alexander Dummer en Unsplash

Evidentemente, para poder desarrollar estas capacidades, es importante que tu peque pueda moverse con total libertad. Es decir, cuando tu peque aún no ande ni se siente, puedes dejar que se tumbe sobre una superficie amplia como un parque, una colchoneta, la cama, etc. (siempre bajo la vigilancia de una persona adulta) y darle algún juguetito, peluche, sonajero… para que pueda ir descubriendo todos los movimientos que puede hacer.

Y así, según va creciendo, vas cambiando el lugar de juego. Por ejemplo, cuando empiece a gatear, déjale investigar diferentes lugares de la casa, eso sí, siempre teniendo cuidado con las puertas, enchufes, objetos con los que se pueda hacer daño, etc.

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Foto de Picsea en Unsplash

También es importante que la ropita que lleve puesta le deje realizar movimientos con total libertad, así como dejar a tu peque dormir en un colchón cerca del suelo para que pueda bajar y subir.

Ya sé que dejar a tu peque en un saltador puede ser cómodo para ti en algunos momentos, pero no abuses de ello, porque estos periodos sensibles son únicos para que pueda desarrollar su habilidad de movimiento, como comenzar a gatear, intentar levantarse y coordinar su cuerpecito y mente.

Además, cuando tu peque está en contacto con el suelo, realizando esa coordinación de movimientos, ejercitando su musculatura y desarrollando el equilibrio, experimenta sensaciones únicas, nuevas y especiales, como las diferentes texturas que puede descubrir o la temperatura de distintos lugares. Estar con los pies descalzos  sobre la alfombra calentita y pisar el suelo más frío al moverse, le producirá una sensación diferente y su gran cerebrito, empezará a entender esos cambios… ¡Es realmente fascinante!

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A partir de los 6 meses puedes darle a tu peque una cuchara pequeñita o un tenedor e intentar que coma solito o solita, a ti te resultará muy divertido y tu peque descubrirá que lo que tiene en la cuchara, se caerá antes de llegar a su boquita, pues todavía no entiende que tiene que girar la muñeca para que eso no ocurra.

Deja trocitos pequeños de comida, como puede ser plátano, sobre un plato y dale un tenedor  para que intente pinchar los trocitos. Deja también que coja los trocitos con sus manos y que los lleve al tenedor, verás cómo aprende que puede usar ese “instrumento” para comer.

Conoce más sobre los métodos de la introducción de alimentos aquí.

Cuando tu peque sea capaz de mantener el equilibrio y comience a andar, será el momento en el que tu frase más dicha será “No, eso no se coge” o “Eso no se toca”, pero para tu bebé será un periodo sensible de investigación a lo más puro Indiana Jones, en el que descubrirá un mundo nuevo por explorar.

En pocas semanas, ya no caminará, correrá por toda la casa (o donde sea) y será capaz de arrastrar objetos grandes por el suelo o escalar por diferentes alturas, por lo que es interesante que prepares un entorno en que pueda desarrollar todos estos movimientos, que se engloban en la psicomotricidad gruesa.

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También puedes darle distintas herramientas con las que pueda coger cosas y así desarrollar todos los movimientos de las manos. Para ello puedes ofrecerle unas pinzas con las que atrapar cosas. En el artículo psicomotricidad fina, podrás encontrar más ideas para su desarrollo.

A tu peque le encanta imitar todo lo que hacen las personas que le rodean, le estimula y muchas veces, prefieren ayudarte a realizar cosas antes que hacer cualquier otra. Por ello, y para continuar con el desarrollo de sus movimientos, puedes pedirle que te ayude a mover una silla de sitio, un cajón pequeño, utilizar la regadera… Cualquier cosa que implique ayudarte e imitarte será bien recibida por tu peque.

Cuando no dejas que tu peque explore o terminas tú por hacerle las cosas, estarás obstaculizando desarrollos como el de la iniciativa, curiosidad, perseverancia, etc. Así que, durante sus primeros años de vida, lo mejor es adecuar el hogar a sus necesidades y, tranquila, que en menos tiempo de lo que esperas, tu salón volverá a ser el de antes.

Espero que te haya gustado este post y… recuerda dejar tus comentarios.



Imagen cabecera: Foto de Ksenia Chernaya en pexels

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