Método Montessori

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Seguro que has oído hablar de “El método Montessori”, de las grandes ventajas que tiene su aplicación y algunas de las desventajas que supone para algunos expertos. Pero, ¿sabes realmente de qué se trata este método y cómo enfoca el aprendizaje?

Qué es El Método Montessori

Este modelo educativo cuenta con más de cien años de antigüedad y fue ideado por María Montessori, educadora y médica de nacionalidad italiana.

Su modelo educativo cuenta con varios niveles, pero el propósito básico es el de liberar todo ese potencial desde el nacimiento de nuestro bebé. Un modelo concebido para que niños y niñas sean capaces de desarrollar al máximo su autonomía, la disciplina y la responsabilidad, así como alcanzar sus niveles más altos en las capacidades intelectuales, físicas y espirituales.  Siempre trabajado sobre bases científicas respecto a la relación con el desarrollo tanto físico como psíquico de los peques.

Se trata de dejar evolucionar, desarrollar y crecer a los peques a su propio ritmo, pues desde que nacemos, todos tenemos nuestra personalidad ya intrínseca, un potencial excepcional y sólo necesitamos construirlo. Para ello (y aunque la libertad de los más peques es muy importante), necesitan de un papel muy importante que llevarán a cabo papá, mamá, hermanos, abuelos, profesionales de la educación… Se trata nada más y nada menos que de nuestra ayuda.

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Foto de Jelleke Vanooteghem en Unsplash

Nosotros hemos de ser su guía, las personas que colaboren a su desarrollo y no convertirnos en las personas que hagan las cosas por nuestros peques, pues han de equivocarse, acertar, reír, enfadarse, etc., para poder tener un desarrollo excelente.

El Método Montessori abarca las áreas de matemáticas, ciencias, historia, lengua, música o arte desde el nacimiento hasta los 18 años.  Para ella, el colegio no debería ser ese lugar donde profesores y profesoras hacen llegar sus conocimientos al alumnado de manera automatizada, sino un lugar diseñado para desarrollar tanto la inteligencia como la parte psíquica de estos, mediante trabajo libre y siempre teniendo material didáctico especializado.

Así pues, diferentes estudios, sustentan la educación Montessori y confirman algunos de sus principios.

Los Principios Básicos de este método

Existen diversos estudios o interpretaciones de diferentes principios básicos del método Montessori, de hecho, algunos los interpretan en  4 principios mientras que otros los clasifican hasta en 50 principios. Vamos a centrarnos en los considerados más importantes:

El respeto

Algo esencial para un desarrollo óptimo, es que tu peque aprenda a respetar a los demás y sentir ese respeto hacia su misma personita.

Para conseguirlo es importante que hables y trates a tu peque teniendo en cuenta lo que siente o necesita en cada momento y evitar interferir en sus tareas de experimentación y aprendizaje.

Esto no quiere decir que tengas que dejar que escale por los cajones de la cocina y se escalabre…no. Se enfoca más bien en no interferir ni juzgar en las actividades que esté realizando (encajar piezas, pintar, agrupar…)

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Foto de Yan Krukov en Pexels

Los peques necesitan atención y que les dediques tiempo. Ya sé que en los tiempos de estrés, horarios de trabajo y prisas que vivimos resulta complicado, que llegar a casa con el cuerpo agotado de trabajar, a veces, dificulta esta atención, pero… y aquí te ofrezco mi opinión personal “el tiempo pasa rápido y no se puede recuperar, aprovecha cada instante que puedas pasar con tu peque y que demande tu atención, porque esos momentos son importantes para su desarrollo y autoestima, y para ti, han de ser especiales”.

Escucha lo que tiene que decirte, observa con interés lo que te muestra (seguramente será un gran logro para tu niño o niña).

Cuando te haga una pregunta o sugerencia, procura que la respuesta sea respetuosa y si no estás de acuerdo con lo que te dice, intenta explicarle los motivos.

También forma parte del respeto el dejar que tu peque se sienta a gusto realizando cualquier actividad. Es decir, tal vez a tu peque le gusta realizar alguna actividad de manera independiente, descubrir por sí solo o sola y a su ritmo, o puede que le encanten las actividades más sociales y esté “en su salsa” pintando con otros niños y niñas, por ejemplo.

Experimentando para aprender

Cada niño y niña evoluciona de una manera y ritmo diferentes, por lo que no tienes que preocuparte si tu peque pinta peor que el de tu vecina, si no hace tan bien las letras como algunos de sus compañeros o compañeras de clase, si tarda más en colocar las piezas en el orden adecuado, etc.

Cuando estás aprendiendo algo, tienes que intentarlo varias veces hasta conseguir el resultado requerido ¿verdad? Lo mismo le pasa a tu peque (aplicable tanto a bebés, infantes, adolescentes y adultos), tratará de realizar una actividad nueva que no le saldrá a la primera, se concentrará, lo intentará e incluso se enfadará por no conseguirlo, pero es algo normal y parte del aprendizaje.

Puede que no lo consiga hoy, ni mañana e incluso puede que tarde varios días en lograr su objetivo, pero de eso se trata el aprendizaje, en probar, equivocarse, volver a probar y finalmente, conseguir el logro.

Cada logro conseguido se convierte en un refuerzo positivo de la autoestima, se genera el sentido de la responsabilidad y contribuye al pensamiento crítico.

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Foto de Sebastian Pandelache en Unsplash

Muchas veces, papá y mamá tienden a ayudar a su peque a realizar actividades, y terminan por hacerlo ellos. Deja que tu peque intente realizar la actividad escogida una y otra vez, pues piensa que cada movimiento ejecutado, potencia el pensamiento y por lo tanto, su aprendizaje.

Si tu peque decide cambiar de actividad, es porque hay algo que ha despertado su interés, por lo que su aprendizaje será mucho mejor, con mucho más valor y tenderá a tener una mayor concentración sobre la tarea que esté realizando y una mejor comprensión.

Un entorno preparado

También conocido como área de aprendizaje Montessori, se trata de crear espacios para fomentar un desarrollo libre de los periodos sensibles.

Son espacios que se pueden crear tanto en el colegio como en casa, donde los elementos han de crear ambientes propicios para poder fomentar la autonomía en el aprendizaje, siendo este más profundo y significativo que si el entorno es más indeterminado.

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Foto de Carrie Allen www.carrieallen.com en Unsplash

También el orden juega un papel importante en este aspecto, pues para tener una mayor claridad de pensamiento y concentración, es necesario que el lugar de aprendizaje esté ordenado y exista una secuencia en la utilización de materiales. Además, una vez terminada la actividad, cada cosa vuelve a su lugar.

Libertad de elección

 Cualquier persona aprende más sobre aquello que le gusta o motiva, repercutiendo positivamente en su estado emocional. Del mismo modo ocurre en el aprendizaje temprano, es decir, el elegir qué actividad quiere realizar tu peque en cada momento, genera el desarrollo de la independencia, la voluntad y también de la responsabilidad.

Las etapas de aprendizaje

Según María Montessori, hay 3 momentos muy diferenciados en la etapa de crecimiento y desarrollo de niños y niñas. Estos momentos son conocidos como etapas del desarrollo del método Montessori y se dividen en:

Desde el nacimiento hasta los 6 años

Una etapa denominada “Mente absorbente del niño” y que se divide en “la mente inconsciente” (de 0 a 3 años) y en “la mente consciente” (de 3 a 6 años).

Periodo de la niñez

Abarca las edades comprendidas entre los 6 y los 12 años.

Adolescencia

Desde los 12 a los 18 años de edad.

Si quieres saber más sobre estas etapas de aprendizaje, te recomiendo leer “Las etapas del desarrollo del Método Montessori”.

Los adultos en el Método Montessori

Niños y niñas necesitan el apoyo de papá y mamá, por lo que el papel principal de los adultos es el de acompañar a estos peques durante su desarrollo y crecimiento, y para conseguirlo no tienes que hacer nada del otro mundo.

Bastará con respetar tanto su tiempo de aprendizaje como las etapas de su desarrollo. Forzar a hacer algo para lo que todavía no está preparado tu peque, puede ser contraproducente.

Según va creciendo, invita a tu peque a que participe en las cosas cotidianas del hogar. Puede ayudarte a poner la mesa, tender, hacer la comida (les encanta pringarse y ponerlo todo perdido…).

Fomenta con tu peque la creatividad, los juegos, respeta su curiosidad y promueve el aprendizaje autodirigido.

De hecho, seguro que sin darte cuenta, en casa practicáis este modelo educativo, pues tanto la estimulación temprana como la psicomotricidad fina y gruesa (entre otros) están presentes en vuestros juegos.

Este método como modelo escolar

Son muchos colegios los que imparten este modelo educativo y así lo muestran a los padres, pero hay muchísimos otros que tienen esta filosofía, aunque no estén categorizados como tal.

Muchos de los colegios que no se publicitan con el método Montessori, lo ponen igualmente en práctica, sobre todo en las aulas de infantil, pues se obtienen muy buenos resultados con los más peques. Al pasar a primaria o al instituto, muchos dejan de lado este método para enseñar como si de robots se tratasen, ¿será por ello que existe tanto fracaso escolar…?

Bueno, ese sería otro tema que tratar… y en otro lugar…



Imagen cabecera: Foto de Sebastian Pandelache en Unsplash

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