Semana 36 de embarazo

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En la semana 36 de embarazo, tu bebé ha ganado más peso  y rondará los 2.721 gramos, mientras que su estatura será de unos 46 centímetros.

Si no lo has hecho todavía, deberías empezar a preparar todas las cosas que creas necesarias para llevar al hospital, así como aquello que no debe faltar en casa para que a la llegada con tu bebé no te falte de nada.

Te recomiendo leer “Prepara la llegada de tu bebé”, donde te propongo las cosas más indispensables tanto para casa como para el hospital.

Así cambia tu bebé en la semana 35 de embarazo

Aunque ya es una personita dentro de ti, continúa su madurez neurológica.

Su carita ya es más regordeta, pues la grasa acumulada de tu bebé, hace que las arrugas desaparezcan.

A pesar del poco espacio que tiene, tu bebé sigue moviéndose, aunque ya no cambiará de posición. Es importante que si no notas los movimientos del bebé durante mucho tiempo, acudas a urgencias para comprobar que todo está bien.

Se acerca el momento del parto y tu bebé se prepara para vuestro mágico encuentro. Entre la infinidad de fenómenos fascinantes que se producen durante todo este extraordinario viaje, voy a destacarte uno: Los huesos del cráneo de tu bebé son capaces de moverse y superponerse entre ellos, lo que permite que su cabecita se abra paso por el canal del parto.

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Por este motivo, muchos bebés nacen con la cabeza algo apepinada o deformada, pero no te preocupes, es algo normal y recuperable en pocos días.

En la semana 35 de embarazo tu bebé ya debería estar posicionado con la cabecita hacia abajo, pero si no es así y está con el culete hacia abajo, es posible que las personas especializadas en estos casos, te propongan la realización de una maniobra obstétrica para intentar poner al bebé en la posición correcta.

Síntomas y cambios en mamá en la semana 36 de embarazo

Como tu bebé ya estará encajado y en posición de “lanzamiento”, tu barriga estará más baja.

Seguramente el reflujo comenzará a disminuir, ya que cuentas con algo más de espacio.

Puede que tengas lumbalgia, pues ten en cuenta que soportas mucho peso.

También es probable que al levantarte, tengas la cara y manos algo hinchadas.

Los tobillos también tienden a hincharse, pero más al llegar el final del día.

El flujo vaginal excesivo es normal a partir de la semana 36 de embarazo y debido a esto, hay futuras mamás que piensan que han roto aguas. Para diferenciar un líquido de otro tienes que fijarte en su color y textura, pues mientras el flujo vaginal es mucoso y blanquecino, el líquido amniótico es muy acuoso o transparente, siempre que este último no sea meconio, en cuyo caso, el líquido será de color verde.

Son habituales también las contracciones de Braxton Hicks, que no son tan regulares ni rítmicas como las contracciones que te avisan de la llegada de tu bebé.

Cómo cuidarte durante esta semana

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Sigue manteniendo una dieta saludable e ingiriendo alimentos que te aporten los suficientes nutrientes, minerales y vitaminas hasta el final de la gestación. Y recuerda que una vez tengas a tu bebé junto a ti, sigue siendo muy importante la alimentación.

Mantente bien hidratada y sigue cuidando tu piel para evitar las estrías.

Camina todos los días durante como mínimo media hora y si puedes, practica ejercicio para embarazadas, te ayudarán a mantenerte distraída y a controlar respiración y mente en el  momento del parto.

¿Qué pruebas médicas pueden hacerme esta semana?

En la semana 36 de embarazo se realiza el cultivo recto-vaginal, con el fin de comprobar si existe el estreptococo agalactiae.

Si eres portadora de este germen, tendrán que ponerte un antibiótico intravenoso cuando llegue el momento del parto, y si es posible, antes de que se produzca la rotura de aguas.

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Es importante saber si eres portadora de este germen porque si cuando tu bebé decida que ha llegado el momento de verte entra en contacto con él, puede infectarse y contraer serpis o meningitis.

Es posible que a partir de esta semana de gestación tengas una visita semanal en el hospital o con la persona que te esté llevando el seguimiento del embarazo. La finalidad de estas visitas es el de comprobar cómo está el cuello del útero.

En esta exploración se valoran aspectos como el grosor del útero, si está blando o duro o si existe borrado del cuello uterino.

Si notas contracciones, aunque sean las de Braxton Hicks, deberías solicitar una exploración.

Entre las semanas 35 y 37 de embarazo se realiza el cribado preeclampsia. Este cribado no se realiza en todos los hospitales y tampoco a todas las mujeres embarazadas, pues no tienen signos evidentes de este trastorno.

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La información proporcionada en este artículo, en ningún caso debe sustituir  las indicaciones de la atención médica correspondiente.

Fuentes consultadas:

  • https://kidshealth.org
  • https://www.natalben.com

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